Escrutando caminos vocacionales
El obispo D. Fernando Prado, acompañado por el vicario general D. Mikel Aranguren, el delegado del clero D. Jon Molina, el delegado de pastoral juvenil – vocacional D. Juan Pablo Arostegi, el responsable del área de evangelización D. Mikel Iraundegi, un grupo de sacerdotes de la diócesis y algunos jóvenes, realizó una visita al Seminario de Bayona. Allí fueron calidamente acogidos por Mons. Alliet y por los encargados de la formación del seminario diocesano. La visita ha tenido como motivo conocer los programas de pastoral vocacional que llevan adelante en las diócesis vecinas. Hoy viernes mantuvieron un encuentro de trabajo con el equipo de animación juvenil vocacional de la diócesis anfitriona. “Buscamos luz y nos dejamos inspirar por lo que el Espíritu también ilumina en nuestras diócesis vecinas”, subrayó el obispo D. Fernando Prado.
Encuentro y método
La iniciativa —propuesta por D. Fernando dentro de las prioridades del presente curso pastoral— incluyó una exposición y trabajo por grupos utilizando el método de escucha del Espíritu para el discernimiento. Fue una jornada marcada por la oración, la convivencia, la fraternidad y el aprendizaje.

Lo aprendido en Bayona: los “ciclos” de discernimiento
El equipo diocesano de Bayona presentó su experiencia reciente en la renovación de la pastoral vocacional. Hace 18 meses su obispo inauguró el Año de la Fe y de la Vocación, impulsando un equipo específico para vocaciones que colabora estrechamente con la pastoral juvenil.
En ese marco, acordaron con el obispo de Luçon y con la Compañía San Juan Pablo II para ofrecer a los jóvenes dos itinerarios anuales de discernimiento:
- Ciclo San Juan Pablo II (para jóvenes varones)
- Ciclo Santa Teresa (para mujeres jóvenes)
¿Cómo funcionan?
Se desarrollan durante un curso escolar con ocho fines de semana de formación y acompañamiento. Entre encuentros, los participantes realizan ejercicios espirituales propuestos por los sacerdotes formadores para disponerse, con corazón libre, a seguir la voluntad del Señor. La vivencia tiene un tono de peregrinación: cada fin de semana se realiza en santuarios, monasterios o comunidades diferentes por toda Francia.

Retos del discernimiento hoy
El equipo compartió también los desafíos que encuentran los jóvenes: el ruido ambiental y el ritmo de vida, historias personales complejas y una cultura que prioriza carrera y éxito individual. En ese contexto, escuchar la llamada de Dios y madurar eclesialmente (vínculo con el obispo, obediencia, comunión) exige un acompañamiento sólido, estructurado y progresivo.
Frutos y datos ofrecidos
Al finalizar el año, cada joven discierne y se decide por el siguiente paso a dar: repetir el ciclo, encaminar su vida al matrimonio, entrar en el propedéutico con vistas al seminario, o decidirse por la vida consagrada. Los equipos formativos que acompañan el proceso —sacerdotes, familias y consagrados— ayudan orientando a los jóvenes. Según la experiencia compartida, quienes completan el ciclo llegan con fundamentos espirituales reforzados y, cuando optan por el propedéutico, perseveran con mayor frecuencia en el seminario. En la diócesis de Luçon, por ejemplo, una parte significativa de sus 16 seminaristas ha pasado por estos ciclos. Los organizadores subrayaron también el esfuerzo que asumen los participantes: viajes largos, ritmo intenso, dirección espiritual estable… Se trata de un programa serio y exigente. Los que lo realizan quedan satisfechos al 100%

Discernimiento diocesano
La delegación donostiarra regresa agradecida por la acogida y por el intercambio fraterno. Lo escuchado iluminará y enriquecerá el trabajo que nuestra diócesis viene realizando, para seguir renovando e impulsando la labor de la pastoral vocacional, fomentando espacios de escucha comunitaria, acompañamiento y discernimiento para que cada joven descubra la voluntad de Dios en su vida. Fomentar una cultura vocacional en todo el pueblo de Dios es un desafío que se ha de abordar con empeño y decisión.