En una experiencia llena de fe, aprendizaje y convivencia, los seminaristas del Seminario de San Sebastián, junto con los de los seminarios de Pamplona (Conciliar y Redemptoris Mater), participaron en una visita a Roma propuesta por el arzobispo de Pamplona, Don Florencio Roselló Avellanas, y a la que también acudió el obispo de San Sebastián, Don Fernando Prado Ayuso. La actividad se desarrolló entre el jueves 14, y el lunes, 18 de noviembre, y tuvo como culmen un encuentro muy especial con el Papa Francisco.

El momento principal de la visita tuvo lugar el sábado por la mañana (16 de noviembre) en el Vaticano. Los seminaristas fueron recibidos en la Sala del Consistorio, donde el Santo Padre compartió con ellos un mensaje profundo y cercano. Inspirado por la trayectoria pastoral del arzobispo de Pamplona, centrada en la atención a los encarcelados, el Papa reflexionó sobre la vocación sacerdotal como un ministerio de liberación: no solo de quienes están físicamente en prisión, sino también de las múltiples formas de cautividad espiritual y emocional.

Durante el encuentro, que se desarrolló en un ambiente de espontaneidad y apertura, los seminaristas tuvieron la oportunidad de plantear preguntas al Santo Padre. Entre los temas abordados destacaron el suicidio juvenil, la relación entre la Iglesia y el Islam en contextos locales como Navarra, la realidad de los abusos dentro de la Iglesia y los desafíos de la pastoral juvenil. El Papa también compartió detalles personales sobre cómo vive su misión como Sucesor de Pedro y subrayó la importancia de acoger a todos, ilustrándolo con ejemplos concretos y conmovedores.

El encuentro concluyó con un momento de cercanía en el que los seminaristas pudieron saludar personalmente al Papa Francisco. Además, recibieron como obsequio el documento Gaudete et Exsultate, sobre la llamada a la santidad en el mundo contemporáneo, y un rosario bendecido por el Santo Padre.

Esta experiencia no solo permitió a los seminaristas profundizar en su vocación, sino también sentir el aliento de la Iglesia universal y la cercanía del Papa. Según el rector del Seminario de San Sebastián, Don Juan Pablo Aroztegi, el viaje fue “muy bonito, muy entrañable, y todos regresamos encantados, con material espiritual para reflexionar durante mucho tiempo”.

La Diócesis de San Sebastián agradece al arzobispo de Pamplona por esta iniciativa y al Santo Padre por su cercanía y ejemplo. Este encuentro refuerza el compromiso de los futuros sacerdotes con su misión al servicio de los demás.