El pasado 24 de noviembre, Villa Puyo (Puio bidea 21, San Sebastián) celebró el 25 aniversario de su puesta en marcha. A la celebración de la Casa de la Espiritualidad, acudió el vicario general don Mikel Aranguren acompañado por siete sacerdotes.

“Al acto también estuvieron las tres que me precedieron. Yo soy la cuarta. Estoy al frente de la comunidad desde hace 8 años”, señala Etelvina, la Madre Superiora.

Al aniversario asistieron varias hermanas de diferentes procedencias. “Por ejemplo, el coro que cantó maravillosamente la misa es de Logroño. Vinieron 60 personas en autobús. Allí, en Logroño, está nuestra casa de formación y en este momento contamos con religiosas jóvenes de Indonesia, Colombia y Venezuela”.

En nombre de la congregación que cuenta con cinco hermanas que residen en Villa Puyo es Obra Misionera de Jesús y María y la fundó la beata Pilar Izquierdo. “Nuestro apostolado son las obras de misericordia”, señala la Etelvina.

“La Casa de Espiritualidad es conocida por mucha gente y suelen acudir tanto grupos como personas individuales con objeto de realizar un retiro espiritual. Estamos en la cima del monte. Es una casa en la que se respira mucha tranquilidad; no hay ruido… La gente acude buscando al Señor. Buscando paz. Las personas que se acercan realizan oración con nosotras, acuden a la Santa Misa, almuerzan, pasean…”.

Celebrar estos 25 años, para todas las hermanas, supuso una gran alegría. “Nuestro cofundador Daniel Díez García luchó mucho por conseguir esta casa”, señala Etelvina. “Era Agustino. Dejó su congregación y ayudó mucho en el impulso de la Fundación. Falleció en 1997 y la casa se inauguró dos años después. Por todo ello, el aniversario lo vivimos con mucha ilusión. Disfrutamos mucho. Fue bonito, muy entrañable”, señala emocionada la hermana Etelvina.