El 10 de julio, la sede del Obispado de San Sebastián acogió una jornada de marcado carácter ecuménico. Monseñor Timotey, obispo de la Iglesia ortodoxa rumana para España y Portugal, se reunió con el obispo de San Sebastián, Mons. Fernando Prado Ayuso, para formalizar la renovación por cinco años del acuerdo de cesión del templo de Uba —situado en el parque donostiarra de Ametzagaña—, que seguirá acogiendo la liturgia y las actividades pastorales de la comunidad ortodoxa en Gipuzkoa.

Firma y palabras de fraternidad

El acto protocolario, celebrado en el edificio del Seminario, contó con la presencia del presbítero ortodoxo de San Sebastián, P. Marian Manescu, la delegada diocesana de ecumenismo, Dª Amalia Navarro y el vicario general de la diócesis, D. Mikel Aranguren. Tras la firma, ambos prelados subrayaron la importancia del gesto:

“Mantener abierto un lugar de culto para nuestros hermanos ortodoxos es signo tangible de la hospitalidad evangélica que queremos vivir. Un signo de unidad y, a la vez, una concreción de la fraternidad que nos une”, señaló Mons. Prado.

Por otro lado, Mons. Timotey manifestó su agradecimiento “a la generosidad constante de esta diócesis; juntos damos testimonio de unidad en medio de una sociedad plural”, añadió obispo de la Iglesia ortodoxa rumana.

Visita a la curia y a los servicios diocesanos

Antes del almuerzo fraterno, Mons. Timotey recorrió las dependencias de la curia diocesana, alojada en el edificio del Seminario. Guiado por el propio obispo, pudo conocer a varios de los responsables de distintos departamentos y conoció el funcionamiento de las diferentes delegaciones y servicios. “Impresiona la organización y la cercanía de los equipos con la realidad social”, comentó Mons. Timotey.

Comida de confraternización

El encuentro concluyó con una comida de confraternización en el comedor del Seminario. Entre anécdotas y proyectos, se abordaron futuras colaboraciones en materia de asistencia a migrantes, intercambio cultural y jornadas de oración conjunta.

Con la firma del acuerdo, la Iglesia ortodoxa rumana y la diócesis de San Sebastián reafirman un camino de mutua confianza, que se ha convertido en referencia de cooperación eclesial. Ambas iglesias envían un claro mensaje: la unidad se construye con gestos concretos de acogida y servicio compartido.