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“En Él, nuestra esperanza”: llamada a la renovación y misión en Gipuzkoa (Carta Pastoral)

“En Él, nuestra esperanza”: llamada a la renovación y misión en Gipuzkoa (Carta Pastoral)

En el marco del próximo Año Jubilar 2025, el Obispo de San Sebastián, Mons. Fernando Prado Ayuso, ha publicado su segunda carta pastoral, titulada En Él, nuestra esperanza. El documento busca animar a los fieles de Gipuzkoa a vivir un tiempo de gracia, renovación y misión, en sintonía con el Jubileo universal y el 75.º aniversario de la diócesis.

Un mensaje de esperanza en tiempos de cambio

La carta pastoral se presenta en el Adviento, tiempo litúrgico cargado de significado para la esperanza cristiana. Mons. Prado recuerda que esta virtud teologal trasciende el optimismo humano, anclándose en la certeza del amor de Dios. La carta pastoral llama a afrontar con confianza los desafíos actuales, ya sean globales, como la crisis económica o los flujos migratorios, o locales, como la secularización y la vulnerabilidad de los jóvenes.

“Sí, somos peregrinos de la Esperanza. Se nos ha dado la Esperanza como un don, gracias al cual podemos afrontar la vida con confianza y caminar serenamente hacia esa gran meta que es el Reino. Confiados en las manos de Dios –las mejores manos sobre las que puede descansar nuestra vida– nos aventuramos hacia un futuro siempre incierto en sus itinerarios, en medio de dolores y alegrías, pero cierto en su destino” (n.1, p.3).

Un Jubileo para todos

El Año Jubilar 2025, bajo el lema Peregrinos de la Esperanza, será una doble celebración para la Iglesia guipuzcoana. Además del Jubileo universal, la diócesis conmemorará su 75.º aniversario. Mons. Prado subraya que esta coincidencia es una oportunidad única para fortalecer la comunión y renovar el compromiso de fe. Entre las actividades destacadas se encuentran la apertura de Puertas Santas en la Catedral del Buen Pastor, Arantzazu, Loyola y la cárcel de Martutene, así como la destacada visita de Mons. José Tolentino de Mendonça, Prefecto del Dicasterio para la Cultura y la Educación, para inaugurar solemnemente nuestro Jubileo diocesano.

La inauguración del Jubileo en la diócesis y la apertura de la Puerta Santa de la catedral tendrá lugar el día 6 de enero de 2025, Solemnidad de la Epifanía, en el marco de la Eucaristía estacional a las 7 de la tarde. La Puerta Santa del santuario de Arantzazu se abrirá el 19 de enero y la del santuario de Loyola lo hará el 26 del mismo mes. El Obispo nos invita “vivamente a participar en estos solemnes actos y a ponernos desde ahora en marcha como «peregrinos de la Esperanza»” (n.25, p.8).

Mirada diocesana: retos y oportunidades

La carta ofrece una valoración de la situación eclesial en Gipuzkoa, destacando tanto las fortalezas como las debilidades, y enfatizando en la necesidad de continuar el trabajo de escucha y entendimiento. El Obispo resalta el compromiso de los fieles, la riqueza espiritual y la acción social de la Iglesia. Igualmente, también señala la urgencia de superar la disminución de vocaciones, el envejecimiento de las comunidades y la falta de integración plena de los migrantes.

“En el análisis se ve que hay razones para la Esperanza por encima de las debilidades que también asoman y podrían tirar de nosotros hacia abajo. Los signos de vida y Esperanza son suficientemente fuertes como para impulsarnos hacia delante y superar todo fatalismo. Los «cenizos» y «profetas de calamidades» llevan décadas equivocándose. Nosotros, con humildad, pero con firme Esperanza, confiamos en que es el Señor el que hace crecer las cosas, como sucede con la semilla de la parábola (cf. Mc 4,31- 32). La fe y el Evangelio son nuestra mayor fuerza. Ahí encontramos la fuente siempre nueva de donde bebe nuestra Esperanza” (n.53, p.15).

Conversión pastoral y sueños futuros

Mons. Prado plantea una hoja de ruta basada en cuatro ejes: espiritualidad, transmisión de la fe, sinodalidad y reorganización territorial. También comparte “sueños posibles”, como el fortalecimiento de la educación católica; el nacimiento de nuevas vocaciones, el trabajo constante, profundo y natural de la espiritualidad; la promoción de la mujer y el cuidado de los más vulnerables.

“Son cuestiones que me gustaría soñar con vosotros e impulsar un poco más, si cabe, en nuestra diócesis en un próximo futuro. Soñar juntos es un ejercicio de reflexión en alto que pretende ser estimulante y provocar nuestro compromiso. Os pediría que cada cual, a su nivel y en su responsabilidad, ponga de su parte lo que le corresponda, con realismo y Esperanza” (n.98, p.27).

Un mensaje de unidad y misión

El Obispo abre la carta con un llamado a la esperanza activa: “Nuestra diócesis, con sus límites y debilidades, es una suerte de «orquesta sinfónica» maravillosa y viva. La llamada a la unidad y a la comunión deseada por el Señor (Jn 17,21) se hace cada día más y más real entre nosotros” (n.11, p.5), y la cierra invitando a todos los fieles a participar en el Jubileo como “peregrinos de la esperanza” y a trabajar juntos por una Iglesia renovada, capaz de responder a los signos de los tiempos.

“Os invito a que no dejemos de soñar juntos, con la humildad propia de los pequeños. No dejemos de confiar en la fuerza de la semilla” (n.128, p.35).

“Dejadme recordaros algo que ya sabéis: toda aurora está precedida por un crepúsculo y por una noche más o menos larga. Las nubes pueden esconder el Sol, pero no pueden hacer que el Sol no exista. Para el Sol no existe nunca la noche. El invierno lleva en su corazón la primavera, la simiente el árbol, el huevo lleva ya dentro de sí el águila con sus vuelos majestuosos. Toda solemnidad comienza de noche, con las primeras vísperas. Dios vino a nosotros y se hizo hombre en Jesucristo en el silencio de la noche. (n.129, p. 36)”.