Azkoitia despide con gratitud a Don Jenaro Lekuona, antiguo párroco de Santa María la Real
Fotos: Noticias de Gipuzkoa, Diario Vasco
La comunidad cristiana de Azkoitia ha despedido esta tarde a Don Jenaro Lekuona, quien sirvió como párroco de Santa María la Real durante casi un cuarto de siglo y cuya huella humana y pastoral permanece profundamente arraigada en el pueblo. El funeral, celebrado a las 19:00 en la parroquia que él mismo pastoreó entre 1978 y 2002, estuvo presidido por el obispo de San Sebastián, Mons. Fernando Pardo, y contó con el acompañamiento musical de la Banda de Música local.
Nacido en Bergara, Don Jenaro completó parte de su formación religiosa en Alemania. Tras un periodo en Arroa, llegó a Azkoitia en 1978, con 38 años, iniciando así 24 años de servicio continuado a esta comunidad. Su carácter cercano, su capacidad para fomentar el diálogo y su espíritu conciliador marcaron especialmente los años difíciles de la Transición, cuando la convivencia social se veía diariamente puesta a prueba.

Quienes compartieron con él aquellos años recuerdan que siempre apostó por el encuentro entre vecinos y dentro de la propia Iglesia, una actitud que le granjeó el cariño y el respeto de todo el pueblo. Su compromiso pastoral se reflejó también en la restauración de la parroquia, un proyecto que impulsó logrando la implicación de los azkoitiarras.
Cuando en 2002 fue trasladado a Arrasate, Azkoitia quiso expresar públicamente su reconocimiento nombrándole Hijo Adoptivo de la villa, un gesto que subrayó el vínculo profundo que se había forjado durante esos años.
Aun viviendo lejos, Don Jenaro nunca perdió su relación con la localidad. Buena muestra de ello fue la llamada que realizó el pasado 22 de julio a Juan Bautista Mendizabal para comunicarle su deseo de donar a la Fundación Oteiza cuatro esculturas de Antonio Oteiza. Estas piezas se encuentran ya en el palacio Intsausti, junto al resto del legado del artista, cuya memoria está siendo especialmente recordada estos días en Azkoitia.
Con la celebración del funeral esta tarde, la comunidad ha encomendado a Dios el alma de quien fue pastor, hermano y amigo. La Diócesis de San Sebastián agradece la vida entregada de Don Jenaro y eleva su oración confiada por su eterno descanso.