Encuentro diocesano “Renovar nuestras comunidades cristianas”
-Entrada provisional, aún en edición-
El pasado sábado 1 de marzo, las puertas del colegio Aldapeta María de San Sebastián se abrieron para acoger el segundo encuentro diocesano sobre la Renovación Pastoral y Misionera en la Diócesis de San Sebastián. Más de 240 personas —principalmente los equipos iniciales de las zonas y unidades pastorales inmersos en el proceso de reflexión, junto a miembros de los Consejos Pastorales Parroquiales— participaron en esta cita, que supuso un paso más en el camino compartido de “Renovar nuestras comunidades cristianas”.
Apertura y ambiente inicial
A las 09:30h., se inició el acceso al salón principal, donde la música de órgano en directo acompañaba a los asistentes. Este primer momento de acogida marcó el ambiente fraterno que se prolongaría durante toda la jornada.
Oración de inicio y cantos
Siguiendo la programación, el acto comenzó con una oración preparada y dirigida por el delegado de Liturgia Unai Manterola. Se oró con el versículo bíblico «Dios es más grande que nuestro corazón (1 Jn 3, 20)» como trasfondo, y se proclamó una invocación que recordaba la fe en Cristo y la confianza en el Padre:
«Padre que estás en el cielo, la fe que nos has donado en tu Hijo Jesucristo…»
A continuación, todos los presentes entonaron las oraciones cantadas, “Agur eliza” y el “Padre nuestro”, generando un clima de recogimiento y unidad.
Vídeo de testimonios
Tras la oración, se proyectó un breve vídeo de animación que recogía testimonios de algunos miembros de los grupos de zonas, respondiendo a tres preguntas centrales sobre el proceso de renovación, y en el que se ponían en común vivencias y deseos de seguir haciendo de nuestras comunidades cristianas auténticos espacios de encuentro con Cristo y de servicio al mundo.
Reflexión del obispo de San Sebastián, Mons. Fernando Prado
El siguiente momento estuvo marcado por la reflexión de nuestro obispo, Mons. Fernando Prado, quien comenzó dando la bienvenida y agradeciendo su presencia a la representación de la Diócesis de Barbastro-Monzón. También pidió a la asamblea una breve oración por la salud y pronta recuperación del papa Francisco, pronunciando estas palabras:
«Jainko eta gure Aita, […] Sendotu gaixotasunean eta eman iezaiozu bere osasuna laster berreskuratzeko grazia. […] Confórtalo en la enfermedad y concédele que recupere pronto su salud. Te lo pedimos a ti, que vives y reinas en la unidad del Espiritu, por los siglos de los siglos. Amén».
A lo largo de su intervención, el Obispo expuso de manera muy detallada la situación actual de la Iglesia y de la propia Diócesis de San Sebastián, subrayando la importancia de la actitud creyente y espiritual ante los desafíos presentes. Entre otras ideas, destacó:
«El cambio trae siempre consigo esfuerzos de adaptación y resistencias. […] La palabra crisis proviene del griego ‘Krineo’, que significa ‘Cribar’. […] En nuestro caso, la crisis eclesial nos desafía y nos somete al fuego purificador.»
Y añadió un mensaje de esperanza:
«Podemos estar seguros de que se trata más bien de una transformación; algo está desapareciendo y algo nuevo está brotando. […] No tiremos nunca la toalla ni vivamos siempre en la lamentación. […] Que cuando llegue nuestra hora, nos pille dando la batalla, juntos.»
Monseñor Prado invitó a todos los asistentes a una “actitud teológico-espiritual” que abrace con realismo y confianza la crisis presente. Recalcó que la clave está en “ser amigos fuertes de Dios”, recordando una frase de Santa Teresa de Jesús:
«En tiempos recios, amigos fuertes de Dios.»
Concluyó pidiendo que, como comunidad diocesana, se afiance la vivencia de la corresponsabilidad —sinodalidad— y el impulso misionero de cada uno:
«No dejemos de soñar juntos. […] La Iglesia no es una empresa, sino una comunidad de fe cuyo patrón es Dios».
Presentación de la experiencia de la Diócesis de Barbastro-Monzón
Aunque el obispo de Barbastro-Monzón, Mons. Ángel Pérez Pueyo, no pudo acudir presencialmente, envió un vídeo en el que saludó a los asistentes y ofreció una panorámica sobre el proceso de renovación emprendido en su diócesis:
«¿La pregunta era obvia: qué tenemos que hacer para que nadie se pierda? […] Lo fácil era haber concentrado todos los efectivos humanos en torno a las grandes poblaciones y sin embargo hicimos lo contrario, para que nadie se pierda. ¿Cómo llegar a todos los rincones a los 254 pueblos? Pues a través de las personas».
En su mensaje, el obispo de Barbastro-Monzón recalcó la dimensión misionera del proyecto y la necesidad de caminar en unidad:
«El sentimiento de pertenencia para nosotros fue crucial […]. Todo lo demás os lo irán contando quienes hoy están con vosotros porque ellos son quienes han operado verdaderamente el milagro en esta diócesis».
Seguidamente, se dio paso a la comunicación presencial de los cuatro representantes llegados desde Barbastro-Monzón —Paco Cabrero (vicario general), Marta Calavera (ecónoma), Beatriz Mairal (secretaria general–canciller) y Ascensión Lardiés (delegada de Comunicación)—, que explicaron el contexto y las líneas de acción de su diócesis, compartiendo los pasos concretos que han dado en los últimos años.
Mensaje y claves de la renovación en Barbastro-Monzón
Los ponentes resaltaron que su principal objetivo ha sido y sigue siendo “que nadie se pierda”, que a todos llegue el pan de la Eucaristía, el pan de la Palabra y la ternura de Dios”. Asimismo, recordaron el itinerario que iniciaron en 2015, siguiendo las propuestas del papa Francisco, y que se concretó en un Decreto de 2021 y en otro de 2024, orientados ambos a la renovación, comunión y corresponsabilidad.
Las principales transformaciones que han experimentado incluyen:
- Mayor énfasis en la evangelización
- Nuevos roles y responsabilidades
- Revitalización litúrgica
- Mayor compromiso con los más vulnerables
En el ámbito pastoral, explicaron cómo se ha organizado la diócesis en cuatro arciprestazgos y ocho unidades pastorales, impulsadas por diversas delegaciones y áreas concretas. Subrayaron la importancia de contar con un Consejo Pastoral en cada unidad y de fomentar celebraciones unidas y coordinadas para garantizar la vitalidad de cada comunidad, especialmente en un territorio extenso y con población muy dispersa.
En el ámbito económico y de gestión, la Diócesis de Barbastro-Monzón ha profesionalizado su Curia administrativa y ha potenciado la Comisión diocesana de sostenimiento, encargada de la autofinanciación y la optimización de recursos:
«Una de las líneas de acción es, con base en el inventario de bienes inmuebles, delimitar los susceptibles de rentabilidad por unidades pastorales. […] Estudiar los bienes de cada parroquia para garantizar su conservación y gestión para la obtención de beneficios».
Todo ello, según relataron, se ha llevado a cabo teniendo en cuenta los criterios que los obispos de Aragón fijaron en su Carta Pastoral del 10 de febrero de 2016: “Iglesia en misión al servicio de nuestro pueblo de Aragón”, que subraya la necesidad de caminar en clave de comunión, corresponsabilidad y cercanía.
Espacio musical y pausa para el café
Tras esta primera parte de ponencias, se dio paso a un breve interludio musical, que permitió a los asistentes reflexionar sobre el contenido escuchado.
A continuación, hubo un café que favoreció el diálogo más cercano entre los participantes, intercambiando impresiones sobre la exposición del obispo Fernando Prado y la experiencia narrada por los representantes de Barbastro-Monzón.
Reanudación y tiempo de preguntas
Al retomar la sesión, los ponentes de Barbastro-Monzón continuaron profundizando en los aspectos más prácticos del proceso de reestructuración territorial, la importancia de los laicos como verdaderos animadores de la comunidad y la consolidación de las llamadas unidades pastorales como “parroquia de parroquias”. El público formuló algunas preguntas, si bien hubo que abreviar este espacio debido a un ligero retraso acumulado en la jornada.
Vídeo de la Marcha Jubilar y despedida
Antes de la despedida, se proyectó un vídeo de presentación de la Marcha Jubilar, iniciativa que tendrá lugar en junio y que invita a proseguir en clave de peregrinación y renovación personal y comunitaria. Esta información estará disponible próximamente.
La jornada se cerró con unas palabras de agradecimiento por parte del Obispo y un llamamiento a “seguir soñando juntos”, en sintonía con el espíritu que ha guiado todo el encuentro.
- Puedes ver las fotos en Flickr
- Reflexión de Mons. Fernando Prado