“Gratitud a la Divinidad” de Clara Romero Giménez
D´Museoa presenta 13 pinturas de Clara Romero Giménez, en la que la artista recoge y expresa su mundo y su agradecimiento a través de una pintura gestual, expresiva que sale de su interior. Cabeza, corazón y manos son los tres elementos que dan forma a esa expresión.
Clara Romero Giménez nació en Donostia/San Sebastián en 1961, siendo la pequeña de 4 hermanos. En la casa familiar se respiraba un buen gusto y una sensibilidad por la belleza procedente de su madre. Su vida profesional se desarrolla fuera del ámbito de la pintura.
Sin embargo, hace 3 años hay un doble detonante que enciende la vocación pictórica de Clara. Por un lado, la paz y la tranquilidad que encuentra en una ermita en ruinas cerca de su lugar de residencia, le lleva a “decorar” con pinturas dicha ermita. Por otro lado, su vivencia en un grupo de meditación y desarrollo personal le empuja a pintar una obra todos los meses para ese grupo.
Como ella misma dice “Mis cuadros surgen de lo profundo, la Naturaleza, la conexión con el otro y conmigo misma”. Siempre pinta de una manera muy consciente y concentrada, utilizando, en ocasiones, la música (gregoriano o música barroca, principalmente) como un “mantra” que le ayuda, le lleva en su pintura pero sin evadirse de la realidad y la consciencia. El camino de su pintura va de la cabeza al corazón, expresándose a través de las manos.
Clara Romero necesita pintar con las manos, necesita el contacto con la materia, eliminando intermediarios como los pinceles. Usa óleo, ya que el tiempo que tarda en secar le permite trabajarlo como una escultura.
Como ella misma explica “Las pinturas van surgiendo y mostrando aquello que quieren mostrar. Se muestran con voluntad propia. Las miro de reojo, o con cierta distancia intentando traducir su lenguaje. Siempre un pasito por detrás, sorprendiéndome y sonriéndome con ellas. Creyéndome con la ilusión de que yo las pinto, pero la realidad, es que ellas me trazan. Mientras voy pintando voy aprendiendo, y voy aprendiendo mientras voy pintando. Esto supone un camino de ida y vuelta, una búsqueda de lo profundo, la belleza y la verdad.”