Curso “El Arte de la Vida Sana. Evangelio y madurez afectiva”
El fin de semana del 27 y 28 del pasado mes de abril finalizó el curso organizado por la Escuela de Acompañamiento de la Diócesis, “El arte de la vida sana. Evangelio y madurez afectiva”; un itinerario compuesto por siete encuentros y un retiro de fin de semana.
El curso ofrece herramientas para ayudarnos a amar como Jesús, y también, donar nuestro afecto, amando como Él nos ama. Siendo conscientes de que esto implica un camino de sanación de la propia afectividad que solo puede recorrerse bajo la mirada de Jesús y dejándonos transformar por Él.
Nadie puede dar lo que no tiene. Y nuestra fe nos llama a hacer de nuestra vida una entrega de amor incondicional. Hasta el extremo. ¿Qué es sino el seguimiento de Cristo? Si queremos ofrecer al mundo nuestro Amor, hemos de poseerlo primero.
Nora (San Sebastián), participante.
“Este curso es más que eso, es un entrenamiento práctico y estructurado de cómo podemos vivir en armonía, en salud y mantenernos ahí. Te enseña a mirar y dejar todo eso que nos resta y que nos quita energía, a través de un proceso sencillo, para tener una vida con más luz. ¡Super recomendable!”.
Remedios (Elgoibar), participante.
“La experiencia de este curso me ha ayudado a seguir afianzando mi creer que soy hija amada de Dios y mi confianza en Él. Sé que me acompaña en el caminar de cada día y en los Evangelios me dan las claves para mi sanación. Doy las gracias a Dios por el amor que ofrece a la humanidad”.
Elena (Zumárraga), participante.
“Este curso-camino ha superado con creces mis expectativas. Podría ponerme a escribir mi experiencia enriquecedora y publicar un libro. Había oído hablar del curso. Buscando conocer más el Evangelio, he conocido al “Médico” a quien acudir para llevar una vida sana. He descubierto que en comunidad todos somos sanados por este único “Médico”, siempre y cuando pongamos toda nuestra confianza en Él. Este curso ha sido para mí un conocer más a Jesús a través del Evangelio. Una herramienta de fe en mi vida para sanar mis heridas”.
Iñaki (Andoain), participante.
“El curso me ha hecho ser más consciente de que la vida nos muestra distintos caminos donde decidimos cual tomar para llegar a la verdadera felicidad”.
Mari José Moreno, acompañante del curso.
“Este curso ayuda a aquellas personas que lo realizan a situarse frente a Dios y, desde Él y bajo su mirada y acción amorosa, recorrer un camino de sanación interior afectiva-espiritual, desde el conocimiento personal, a la luz del texto de la persona que padecía una hemorragia y que fue sanada por Jesús”.
Mikel Iraundegi, acompañante del curso.
“Este curso es un aprender a ponernos en el camino que Dios quiere para nosotros”