Santuario de Loyola, Azpeitia
El Santuario de Loyola, ubicado en el municipio de Azpeitia, es un impresionante complejo religioso construido alrededor de la casa natal de Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús. Este lugar, conocido por su majestuosa basílica, se sitúa a orillas del río Urola, en un entorno natural que resalta su belleza arquitectónica. La construcción del santuario comenzó en el siglo XVII y es un importante centro de peregrinación y devoción católica, atrayendo a visitantes de todo el mundo.
Además de su valor espiritual, el santuario ofrece una rica historia que se remonta a la vida de Ignacio de Loyola, quien nació en la citada localidad guipuzcoana en 1491. La arquitectura barroca del edificio, junto con sus jardines y el museo sacro, hacen de este lugar una visita obligada para quienes deseen conocer más sobre la historia y la espiritualidad de Gipuzkoa.
Santuario de Arantzazu, Oñati
El Santuario de Arantzazu, situado en Oñati, es un emblemático lugar de culto católico mariano, famoso por ser el hogar de la Virgen de Arantzazu, patrona de Gipuzkoa. La leyenda cuenta que, en 1468, un pastor encontró la imagen de la Virgen entre espinos, lo que dio origen al nombre del santuario. La actual basílica, inaugurada en la década de 1950, es una obra maestra de la arquitectura moderna, diseñada por los arquitectos Francisco Javier Sáenz de Oiza y Luis Laorga.
Rodeado de un bello paisaje montañoso, el santuario no solo es un centro de devoción, sino también un lugar de paz y reflexión. Su diseño vanguardista ha desafiado las convenciones arquitectónicas de su tiempo, convirtiéndolo en un símbolo del arte sacro contemporáneo en el País Vasco.
Nuestra Señora de Arrate, Eibar
El Santuario de Nuestra Señora de Arrate, ubicado en el monte del mismo nombre, es un simbólico lugar de culto en Eibar. Su construcción actual data del siglo XVII, aunque la veneración a la Virgen de Arrate se remonta al siglo XIV. El santuario, rodeado de un entorno natural impresionante, alberga una imagen gótica de la Virgen y obras del reconocido pintor Ignacio Zuloaga.
Cada año, el 8 de septiembre, se celebra la festividad de la Virgen, atrayendo a numerosas/os peregrinas/os y visitantes que participan en diversas actividades religiosas y festivas. La leyenda cuenta que la Virgen se le apareció a un pastor, lo que ha contribuido a su popularidad y símbolo de protección para los marinos y la comunidad local.
Nuestra Señora de Guadalupe, Hondarribia
El Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, situado en el monte Jaizkibel, es un emblemático lugar de culto en Hondarribia. Este templo, que data del siglo XVI, ha sido testigo de la historia del entorno, habiendo sido destruido y reconstruido en varias ocasiones debido a los asedios sufridos por la ciudad. La construcción actual, erigida en el siglo XIX, destaca por su elegante arquitectura y su imponente torre neogótica, que se ha convertido en un símbolo visible desde casi cualquier punto del municipio.
El Alarde de Hondarribia, que se celebra cada 8 de septiembre desde el año 1639, y es, en esencia, la renovación anual del voto que se hizo a la Virgen de Guadalupe en agradecimiento por la liberación del asedio al que el pueblo fue sometido en el año 1638, en el marco bélico de la ‘Guerra de los 30 años’ y tras un cerco francés de 69 días.
Consecuencia de su promesa, los hondarribiarras vienen cumpliendo el Voto, año tras año, con una procesión cívico-religiosa, escoltada por Paisanos Armados y que popularmente es conocida como El Alarde.
Nuestra Señora de Dorleta, Leintz-Gatzaga
El Santuario de Nuestra Señora de Dorleta, ubicado en Leintz-Gatzaga, es un emblemático lugar de culto en Gipuzkoa, conocido por su rica historia y su belleza arquitectónica. Este santuario, que se alza en un pequeño promontorio que data del siglo XVII y ha sido un importante centro de devoción desde su fundación. La Virgen de Dorleta es venerada como la patrona de las/os ciclistas, lo que añade un carácter especial a este lugar, atrayendo a numerosas personas a lo largo del año.
En retablo barroco, destaca la imagen gótica de la Virgen, que representa a madre e hijo en actitud contemplativa. Además, el santuario fue originalmente la parroquia de la villa antes de perder esta condición en favor de la iglesia de San Millán. Durante los meses de mayo a octubre, se celebran misas todos los domingos, y en las fiestas patronales de septiembre, se realizan diversas actividades que reúnen a la comunidad en torno a la fe y la tradición.