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Retiro de Adviento de la Pastoral de Personas Migradas

Retiro de Adviento de la Pastoral de Personas Migradas

“Espero porque mi alma tiene sed de Dios” (Sal 42)

El pasado domingo 14 de diciembre, en el seminario Diocesano de San Sebastián, se celebró el Retiro de Adviento organizado por la Pastoral de Personas Migradas; un espacio de encuentro, oración y fraternidad que reunió a la comunidad migrante, así como a quienes acompañan su camino pastoral en nuestra diócesis.

El retiro fue dirigido por Fernando Redondo, director Nacional de la Pastoral de Personas Migradas de la Conferencia Episcopal Española (CEE), quien guio a las personas que participaron, a profundizar espiritualmente en el tiempo de Adviento desde la experiencia de la espera; la esperanza y el anhelo de Dios.

El lema escogido para esta jornada fue “Espero porque mi alma tiene sed de Dios” (Salmo 42). Un texto bíblico que iluminó todo el itinerario del retiro y resonó con fuerza en la realidad vital de muchas personas migradas, marcadas por el deseo de una vida digna, de acogida y de encuentro con Dios.

La jornada comenzó con una acogida a las personas participantes, creando desde el inicio un clima de cercanía y comunión. Seguidamente, se realizó una oración inicial de invocación al Espíritu Santo, pidiendo su luz para abrir el corazón y dejarse transformar por la Palabra.

A lo largo de la mañana se vivieron dos momentos de reflexión y profundización del Salmo 42, que ayudaron a los asistentes a releer su propia historia personal y comunitaria desde la fe, la esperanza y la confianza en Dios que camina con su pueblo.

A las 14:00 horas, las personas reunidas compartieron una comida de hermandad, signo inequívoco de la diversidad cultural y de la riqueza que aporta la convivencia entre los pueblos, fortaleciendo los lazos de comunidad y acogida.

Por la tarde, el Retiro continuó con un acto penitencial y de reconciliación, que preparó espiritualmente a las personas participantes para la celebración de la Eucaristía, centro y culmen de la jornada.

En la misa, presidida por Fernando Redondo -acompañado por cinco sacerdotes diocesanos- se vivió como un momento profundo de acción de gracias y comunión.

El retiro contó con una amplia participación. Una comunidad de 233 personas adultas y 62 niñas y niños, es decir, reflejo del compromiso, la vitalidad y la importancia de la Pastoral de Personas Migradas en la vida diocesana.

El Retiro de Adviento fue, sin duda, una experiencia de encuentro con Dios, con los demás y con uno mismo, que ayudó a preparar el corazón para la celebración de la Navidad, reafirmando la esperanza y la confianza en el Dios que sacia toda sed.