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El encuentro de voluntariado Ibilian de este año de Caritas Gipuzkoa ha servido para trabajar la tercera fase del Plan de Voluntariado de Caritas Gipuzkoa. Cerca de noventa personas voluntarias y trabajadoras de Caritas Gipuzkoa nos reunimos el 5 de octubre en el Seminario con el objetivo de responde a esta exigente fase, que nos pedía concretar acciones de futuro.

En esta jornada contamos con el apoyo de José Luis Graus, responsable de Voluntariado de Caritas Española, y, de nuevo, con Sebastián Mora, ex secretario general de esa misma institución.

Graus nos mostró una perspectiva general de las Caritas Diocesanas, muchas de las cuales, al igual que la guipuzcoana, están planteándose el futuro del voluntariado y cómo adaptarlo a los nuevos tiempos. Fue especialmente llamativo darnos cuenta de que muchos de los retos son comunes en todo el territorio: cómo acompañar y formar mejor a las personas voluntarias, cómo integrar la diversidad y ofrecer tareas más flexibles, o el modo en fomentar la participación en la entidad y promover el sentimiento de comunidad.

José Luis Graus señaló tres claves para impulsar los cambios: “las ideas (innovar), las actitudes (cambiar nosotras/os) y las acciones (buscar nuevos modos de hacer)”. Para ello señaló varias herramientas, desde crear nuevos espacios de encuentro, cuidar lo “inter” (intercultural, interreligioso…), pasando por instaurar formaciones específicas, diseñar una guía de acompañamiento a personas voluntarias o crear un “maletín digital” para hacer accesible este tipo de herramientas a todo el voluntariado.

Otra de las reflexiones que más llamó la atención entre las personas asistentes fue la diferenciación que hizo entre identidad e identificación que, según explicó Graus, sería “transitar de la exigencia de ser cristiano para hacer voluntariado en Caritas a centrarnos en los valores que compartimos y que emanan del Evangelio”.

La segunda parte del encuentro corrió a cargo del ex secretario general de Caritas Española, Sebas Mora, que recordó que “la clave del dinamismo de la caridad son las personas que están al borde del camino”. Tras recordar que el voluntariado “va a estar en transformación continúa”, Mora animó a “acoger los signos de los tiempos y aprovechar las oportunidades” que nos ofrecen.

En este sentido, Mora propuso buscar espacios de encuentro frente a una sociedad cada vez más anónima, acompañar todas las dimensiones de las personas (porque además de voluntario/a, es madre/padre, deportista, tiene aficiones, problemas…) y visibilizar el ejercicio de la caridad para activar, así, procesos de captación. Y es que tal y como recordó “nada funciona mejor para multiplicar el voluntariado que el boca-oreja, ninguna gran campaña, ni otro tipo de iniciativas”.

Tras el descanso, retomamos el Ibilian con el trabajo en grupos. En esta ocasión se trataba de proponer acciones concretas para mejorar el acompañamiento del voluntariado, la visibilización de su labor y el encuentro. Entre las propuestas aparecieron agilizar la respuesta de la entidad cuando falta una persona referente, crear una oferta de tareas voluntarias puntuales, incluir al voluntariado en las reuniones técnicas o, por ejemplo, la captación de voluntariado en el barrio donde se encuentran los proyectos para promover el boca-oreja. Todas las propuestas se recogerán en el documento de resumen de aportaciones de la tercera fase del Plan de Voluntariado.

Terminamos el día con una comida en la que nos alegramos de reencontrarnos y poder compartir un rato de historias y anécdotas.

*Si te lo perdiste, aquí puedes ver las ponencias del Ibilian