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Día de Navidad

Día de Navidad

La alegría de la Navidad ha inundado hoy la catedral Buen Pastor, donde a las 12 del mediodía se ha celebrado la solemne Eucaristía del día de Navidad. El obispo, Monseñor Fernando Prado, ha presidido la celebración acompañado por las voces del coro de la catedral Mariaren Bihotza, que han realzado con su música el gozo de este día santo.

En su homilía, Monseñor Prado ha comenzado proclamando con fuerza:

“Entzun, anai-arreba maiteak
aditu berri on hau.
¡Escuchad hermanos, esta gran noticia!
Escuchadla con los oídos abiertos y el corazón ardiente.
Hoy, en toda la tierra, se proclama una gran alegría para todo el pueblo.”

A lo largo de su mensaje, el Obispo ha recorrido la historia de la salvación, destacando la vocación de Abraham como padre de los creyentes y la larga espera del pueblo de Israel hasta la llegada de Cristo. De manera poética y solemne, ha rememorado el momento histórico del nacimiento de Jesús:

“…cuando en Belén de Judá, pueblo humilde de Israel,
ocupado entonces por los romanos,
en un pesebre, porque no tenía sitio en la posada,
de María virgen, esposa de José,
de la casa y familia de David,
nació, en medio de la noche, ¡oh
, Dios! Tu palabra.
Sí, nació el Amor, el Emmanuel, el Dios
con nosotros…”

Asimismo, Monseñor Prado ha recordado que nosotros, “herederos de la promesa”, hoy “nos hemos reunido… para celebrar un año más la Navidad, en medio de nuestras tinieblas y nuestro pecado, para acoger su Misericordia y celebrar con alegría y sencillez esta bendita fiesta.”

En esta jornada tan significativa, ha subrayado la importancia de la humildad y de la cercanía de Dios con cada uno de nosotros:

“Celebremos con alegría que vuelve a acercarse a nosotros,
confiándose una vez más a nuestra fragilidad y capacidad de acogerlo.
Que reine la paz en toda la tierra.
Que reine la bondad, la justicia y el Amor…”

El Obispo también ha anunciado el comienzo del Jubileo universal, al que se une la propia Diócesis de San Sebastián con la apertura de su puerta santa y la conmemoración del 75.º aniversario de su creación:

“Ayer comenzó el jubileo universal con la apertura en Roma de la puerta Santa
Nos convertimos todos en peregrinos de la Esperanza.
Pronto abriremos las puertas de nuestra puerta santa en la Catedral
y celebraremos nuestro peculiar Año Santo Jubilar…”

Por último, Monseñor Prado ha concluido con sus mejores deseos para todos los fieles en esta jornada navideña:

“Os deseo una Feliz y Santa Navidad, queridos hermanos y hermanas.
Que el Señor os bendiga a todos y cada uno…”

Con estas palabras y con el regocijo propio del día de Navidad, la Diócesis de San Sebastián vive con intensidad la celebración del Misterio de la Encarnación, recordando la presencia amorosa de Dios que se hace Niño y que, desde su humildad, invita a todo el mundo a acoger su gracia y a ser mensajeros de esperanza y paz.