La parroquia de San Miguel Arcángel de Oñati cerrará sus puertas al culto durante cuatro meses a partir del martes próximo para acometer una profunda renovación. Las obras incluyen la sustitución y redistribución del sistema de iluminación, la limpieza de los retablos y el lijado y barnizado del suelo de madera. Los trabajos, con un presupuesto que supera los 85.000 euros, buscan mejorar la eficiencia energética y la estética del interior del edificio.

Durante el cierre, los funerales y celebraciones religiosas se trasladarán a la iglesia de los Agustinos, manteniendo los horarios habituales de los fines de semana. Esta intervención se suma a otras mejoras realizadas en los últimos años, como la reparación de daños por humedad y la eliminación de xilófagos. Además de renovar la luz y limpiar los retablos, el proyecto incluye la restauración del suelo y la sustitución de tablas dañadas. Si todo marcha según lo previsto, el templo reabrirá sus puertas el próximo mes de febrero.