El pasado fin de semana, se celebraron confirmaciones tanto en Beasain como en Irún. Actos muy especiales y emotivos.

El sábado, 27 de abril, en la parroquia de San Martín de Loinaz de la localidad del Goierri, cinco jóvenes que se iniciaron su camino de fe a los seis años, tras participar activamente en la formación, recibieron el sacramento de Confirmación de manos del obispo D. Fernando.

En la celebración, además de exponer individualmente la aportación de cada uno -renovaron sus promesas bautismales-, mostraron a la comunidad la gran apuesta que han realizado: la Fe. Son jóvenes con grandes sueños; el futuro de la Iglesia guipuzcoana.

La celebración, en un ambiente familiar, se desarrolló en la parroquia de barrio de los franciscanos de Beasain; una parroquia con ganas de trabajar es sinónimo de parroquia viva. El día siguiente, el domingo, 28 de abril, la parroquia de San José Obrero de Irún se llenó para acoger a 17 jóvenes que recibieron el sacramento de la Confirmación. El obispo D. Fernando destacó en su homilía la necesidad de dar buen fruto como en la parábola; la viña unida al sarmiento. Es decir, para que los jóvenes vayan tomando el relevo, con visos de esperanza.

El acto contó con la presencia del coro, que interpretó canciones acompañado por varios instrumentos de música; además del órgano, tantanes, guitarras, maracas… En la celebración, en la que hubo una numerosa presencia de la comunidad, los jóvenes participaron activamente y se vivieron muchos momentos emotivos.

Tras la celebración hubo un compartir donde la comunidad cristiana se saludó en torno a animadas conversaciones. Hay quien confesó que “había sentido mucho calor de comunidad, fraternidad y encuentro”.