La Parroquia del Juncal se ha vestido de gala para conmemorar el septuagésimo aniversario de la coronación canónica de Santa María del Juncal. Durante tres jornadas consecutivas, un triduo especial ha congregado a una multitud de fieles irundarras y venidos de otros lugares de la provincia, especialmente de todo el Bidasoa.

El martes 28, las celebraciones comenzaron con una eucaristía presidida por el arcipreste D. Ramón Treviño en una velada enriquecida con un hermoso concierto sacro.

El miércoles 29, el vicario general, D. Mikel Aranguren, celebró Misa destacando en su homilía la figura de María como Reina de los Apóstoles y madre de la generosidad, enfatizando su papel alentador en los momentos más difíciles de los discípulos de Jesús, que han de servirnos como ejemplo para que nosotros también seamos “apóstoles enviados a anunciar la Buena Nueva de Jesús. No es una tarea fácil, menos en mundo tan secularizado. Pero por ello, Jesús nos entregó a su madre, para que en los momentos de fragilidad y de dificultad no cayéramos en la desesperanza y en la frustración. Hoy el mundo, más que nunca, está necesitado de una Palabra de esperanza y de vida”.

Finalmente, el jueves 30, Mons. Fernando Prado clausuró el triduo con una Misa solemne a las 19:00 horas, seguida del canto de la Salve Solemne de Hilarión Eslava. En su homilía, el Obispo llamó a la alegría y al futuro, recordándoles a los asistentes que “al pasado no se le debe mirar con nostalgia, sino que hay que dar gracias a Dios por el tiempo que nos ha tocado vivir (…) Con la confianza de un hijo con su madre, los iruneses continuéis con esta arraigada devoción a vuestra patrona”.