La catedral del Buen Pastor de San Sebastián acogió ayer la Misa Funeral Solemne por el obispo emérito de la diócesis, Mons. Juan María Uriarte Goiricelaya, fallecido el pasado 17 de febrero a los 90 años. El acto religioso, presidido por el obispo, Mons. Fernando Prado Ayuso, y acompañado el obispo de Bilbao, Mons. Joseba Segura, contó con la asistencia de numerosos representantes públicos, eclesiásticos y sociales, así como de familiares y amigos del difunto.

En la ceremonia, que comenzó con la llegada en procesión de los sacerdotes al altar, la secretaria general y canciller del obispado de San Sebastián, Luzia Alberro, que también lo fue durante el mandato de Uriarte, realizó la semblanza del fallecido, recordando su trayectoria vital y pastoral, marcada por el compromiso con la paz, la justicia y el diálogo. Asimismo, destacó de su persona “su amor a este pueblo” y “su sabiduría como consejero”.

En su homilía, Mons. Prado destacó la figura de Uriarte como “un hombre que se embarró las manos con su pueblo, aun sabiendo que nunca iban todos a quedar contentos, pero que, en esa siembra, la verdad de la unidad, de la paz y el perdón sería una siembra de futuro cuyos frutos, quizá todavía hoy incipientes, ya se van haciendo sentir”. Asimismo, reconoció que su ministerio solo se entiende “en diálogo con su Iglesia y con su pueblo”, un diálogo “nada fácil, que afrontó con coraje, arriesgando su propia carne”.

El obispo invitó a los presentes a seguir el ejemplo de Uriarte, que “hizo lo que pudo”, y a continuar trabajando por “la paz y la reconciliación, la fraternidad y la Comunión, también en la propia Iglesia diocesana”.

La misa estuvo acompañada por el coro Mariaren Bihotza abesbatza, que entonó varios cantos litúrgicos. Tras la Comunión, el txistulari Jose Ignazio “Piter” Ansorena interpretó una melodía mientras todos los presentes guardaban silencio. A continuación, el Vicario parroquial de la parroquia del Buen Pastor, Unai Manterola, cantó un bertso en honor a Juan María. La ceremonia finalizó con el canto, “Agur Jesusen Ama”.