La comunidad cristiana de Mutiloa vivió el pasado domingo una jornada entrañable y llena de emoción con motivo de la entrada de su nuevo párroco, D. Iván Munilla, sacerdote que ya ejerce su ministerio como párroco de Zumárraga y Urretxu y forma parte del equipo presbiteral que atiende las parroquias de Legazpi, Gabiria y Ezkio-Itsaso.

La celebración eucarística tuvo lugar a las 13:30 horas en la ermita de Lierni, un entorno natural de gran belleza y hondura espiritual, tan querido por los fieles de la zona. La misa fue presidida por el obispo de San Sebastián, Mons. Fernando Prado Ayuso, y concelebrada por D. Juan Mari Olaetxea, junto con el propio D. Iván Munilla, quien asumió oficialmente la responsabilidad pastoral de la parroquia.

El ambiente fue profundamente familiar y participativo. La ermita se llenó de fieles venidos no solo de Mutiloa, sino también de localidades cercanas, deseosos de acompañar al nuevo pastor en su inicio de etapa. El canto, la oración y la fraternidad dieron un tono muy especial a una celebración que, más que un acto formal, se vivió como una auténtica fiesta de comunión eclesial.

En su homilía, Mons. Fernando Prado Ayuso destacó la importancia de caminar juntos como Iglesia, subrayando el valor del servicio humilde y cercano de los sacerdotes. “El pastor está llamado a vivir en medio del pueblo, a conocer su historia, a compartir sus alegrías y sus penas, a ser testigo de la esperanza”, afirmó el obispo, dirigiéndose con especial cariño a Iván.

A los fieles les habló de las prioridades pastorales de este curso, haciendo hincapié en el proceso de discernimiento puesto en marcha, de cara a la renovación pastoral y misionera de la diócesis, invitándoles a participar en el mismo, ahora que entra en su fase más decisoria.

El nuevo párroco, por su parte, expresó su gratitud por la acogida recibida y su deseo de “seguir construyendo juntos una comunidad viva, fraterna y abierta al Evangelio”.

Tras la Eucaristía, la jornada continuó con un almuerzo fraternal en Mutiloa, en el que participaron numerosas/os feligreses y vecinas/os. Fue un momento de encuentro sencillo y alegre, lleno de conversaciones, recuerdos y buenos deseos para el nuevo párroco.

La comunidad de Mutiloa inicia así una nueva etapa en su camino pastoral, con el deseo de seguir creciendo en fe, esperanza y caridad bajo la guía de su nuevo pastor y en comunión con toda la diócesis de San Sebastián.

En palabras de un vecino al término de la jornada: “Ha sido un día de familia, de esos que se guardan en el corazón. Lierni se ha llenado de vida, de oración y de esperanza”.

Una jornada que, sin duda, quedará grabada en la memoria de cuantos participaron en este día tan especial para la pequeña, pero viva comunidad cristiana de Mutiloa.