Retiro de Cuaresma: “No te hundas”
“La Cuaresma es el tiempo para configurar nuestra vida”, y el pasado domingo, 17 de marzo, la Pastoral de Personas Migradas de la Diócesis de San Sebastián, organizó el Retiro de Cuaresma en el seminario bajo el lema “No te hundas”. Y para ello, para que no nos hundamos, utilizaron seis palabras: Anímate, Se luz, Confía, Arriésgate, Ora y Supérate.
En palabras de la delegada de la Pastoral de Personas Migradas, Leire Atxega, “en un ambiente muy jovial, la jornada la dirigió nuestro amigo, el jesuita sevillano, Javier Montes. Él nos dio unas claves de la Cuaresma y nos centramos en el por qué la celebramos; la limosna, el ayuno, la oración… La Cuaresma cuenta con una persona como razón de ser, Jesús. Él debe ser la persona que ocupe todas nuestras energías. Que las intenciones, acciones y operaciones sean ordenadas en su servicio y alabanza”. La jornada contó con la participación de 180 personas adultas y 57 jóvenes, y se trató de un retiro acogedor y de mucha esperanza apoyado y coordinado por el equipo de Liturgia de la Diócesis de San Sebastián.
“A lo largo del Retiro —recalca Leire—, surgieron, con mucha, fuerza una serie de preguntas entre las personas asistentes: ¿en qué momento sentí que me hundía?’, ‘¿cómo me ha rescatado el Señor?’… Tal vez, incluso he sido instrumento para que el Señor asistiera a alguien que se estaba hundiendo. O después haber leído a Jonás, ¿qué me resuena de su texto?’. De la mano de esas preguntas Javier Montes nos mentalizó a trabajar en las claves de la Cuaresma”.
A continuación, llegó la hora de una oración de contemplación, una composición de lugar para llevar a cabo una petición de conocimiento interno. “Es decir, contemplamos para conocer en profundidad. Los aspectos para tener en cuenta fueron mirar, escuchar, considerar, ponderar y revertir. Se tratar de caer en la cuenta del poso de lo contemplado y qué preguntas se me plantean… Posteriormente, todas/os las/os participantes en el retiro llevaron a cabo un coloquio tras el cual nos juntamos para orar e irnos preparando de cara a la Semana Santa”, señala Leire.
En la segunda parte de la jornada, las/os participantes se reunieron en pequeños grupos donde contestaron a varias preguntas: ‘¿qué me sale decirle a Jesús?’, ‘¿qué anhelo quiero expresarle?’, ‘¿qué relaciones me ha regalado?’, ‘¿qué personas me han cuidado?’, ‘¿a quién he cuidado?’, ‘¿siento la llamada a cuidar?’, ‘¿cómo vivimos esos momentos en los que no siento a Dios?’, ‘¿soy capaz de orar desde la dificultad?’, ‘¿qué gritos escuchas cerca?’, ‘¿y lejos?’. Tras la dinámica, una rica comida preparada por un grupo con mucho cariño, entrega y mimo esperaba a los asistentes. “Fue una fiesta fraternal”, señala Leire. “El breve descanso dio pie a la celebración de la reconciliación, preludio de la gran fiesta de la Eucaristía. Retumbaron los cantos, las oraciones… La Palabra de Jesús siempre llenándonos y animándonos a comenzar con cariño el gran y gozoso tiempo cuaresmal que nos llevará a la Pascua”.
Para Leire fue una gracia, un gozo, el poder juntarse con personas de diferentes pueblos a celebrar este retiro cuaresmal: “Por ello, quiero agradecer el esfuerzo de todas las personas que han hecho posible este encuentro de hermanas/os”.