Una muestra de acogida y fe compartida
El pasado domingo, 29 de septiembre, la localidad de Azkoitia fue el escenario de la Jornada Mundial del Migrante y Refugiado 2024, un evento marcado por la diversidad cultural y la unión en torno a la fe. La Pastoral de Personas Migradas de la Diócesis de San Sebastián organizó esta jornada, que reunió a personas de diferentes culturas, bajo el lema: “Dios camina con su pueblo”. Es decir, el mensaje central de esta jornada fue muy claro: Dios camina con nosotros, y nos invita a abrir nuestras puertas y corazones a quienes llegan buscando un hogar.
Desde un primer momento, Azkoitia se mostró como un pueblo acogedor, facilitando la realización de un encuentro que trascendió lo festivo y lo espiritual. Leire Atxega, delegada de personas migradas, destacó que “Dios no solo camina con su pueblo, sino también en su pueblo”. Subrayó que la comunidad debe mirar a los más vulnerables: las personas pobres, marginadas, aquellas a quienes la fe nos llama a acoger.
El evento contó con dos partes. Por un lado, la celebración lúdica, en la que distintos colectivos compartieron su cultura y experiencias, y por otro, la Eucaristía celebrada en la parroquia de la Asunción de Azkoitia, presidida por el párroco Félix Azurmendi y acompañado por el delegado del Santuario de Loiola, entre otros sacerdotes.
La misa fue un momento clave para agradecer a Dios por todo lo vivido y lo creado, reconociendo la importancia de la integración de las personas migrantes en el tejido social y espiritual de la comunidad.
La jornada finalizó con un gesto simbólico en torno al árbol Ubuntu. Es decir, todas/os somos brazos del mismo árbol y se cimenta en la dignidad de todas las personas. En palabras de la delegada, un símbolo de unidad que refleja que “todos somos uno, no hay diferencias”. Este gesto fue un recordatorio de la necesidad de trabajar juntas/os por un mundo más inclusivo y solidario.
En el encuentro se destacó la importancia de la acogida y hospitalidad como pilares fundamentales de la espiritualidad cristiana, afirmando que, para los creyentes, el desafío de integrar a las personas migrantes no es solo social o cultural, sino profundamente espiritual. Leire expresó que “no tengamos miedo a integrar, a acercarnos, a invitarlas/os a que caminen con nosotras/os”, subrayando que el encuentro con las personas migrantes es una oportunidad para evaluar nuestra capacidad de acogida.
El evento contó con la participación de colectivos de toda la geografía de Gipuzkoa gracias a la colaboración de entidades locales como Caritas Azkoitia y el ayuntamiento de la localidad; fundamentales para la organización de la jornada. El día, además, coincidió con los actos de celebración de los 700 años de la fundación de Azkoitia.
La Pastoral de Personas Migradas de la Diócesis de San Sebastián reafirma su compromiso de seguir trabajando para abrir nuevos cauces que permitan una mejor integración de las personas migrantes. Con la esperanza de que este encuentro sea solo el comienzo de un curso pastoral lleno de iniciativas de acogida y hospitalidad, Leire señala que “no pongamos barreras ni fronteras, tengamos la valentía de abrir puertas y ventanas”.
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