El Viernes Santo es un día central en la fe cristiana (forma parte del Triduo Pascual, que incluye la pasión, muerte y resurrección de Jesús) donde se conmemora la muerte de Jesucristo en la cruz. En este día, se realizan diversas prácticas como el ayuno, la abstinencia de carne, la adoración a la cruz y la meditación sobre las últimas palabras de Jesús. También es común la representación del Vía Crucis, que recuerda el camino de Jesús hasta su crucifixión.

El obispo D. Fernando, en su homilía de hoy en la catedral del Buen Pastor, ha invitado a contemplar la cruz como el signo supremo de salvación.

“Señor, ayer recordábamos la Última Cena (…), hoy nos invitas a contemplar la cruz”, ha expresado el Obispo recordando la entrega de Jesús y su legado de servicio a los demás. La cruz, más allá de ser un símbolo de sufrimiento, representa la victoria sobre el mal y la muerte, y es una fuente de consuelo y esperanza.

El Obispo también ha hecho hincapié en la importancia de la solidaridad y la compasión hacia aquellos que sufren injusticias en el mundo, mencionando específicamente las situaciones en Ucrania y la franja de Gaza. “Detrás de cada fallecido estás tú clavado en la cruz de la incomprensión y de la injusticia,” ha afirmado instando a no olvidar a aquellos que están ‘clavados en la Cruz’ debido a las guerras y los conflictos.

Ahora, la comunidad se prepara para la celebración de la resurrección, manteniendo la esperanza y la fe en el mensaje de amor y salvación que la cruz representa. “Agarrados de tu mano, contemplamos ahora tu rostro de amor y seguimos adelante” ha concluido D. Fernando, marcando así el tono para la Vigilia Pascual y la alegría de la resurrección que se avecina.

También puedes descargar la homilía en PDF.